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Nápoles y Costa Amalfitana

El verano pasado pudimos cumplir uno de nuestros sueños y seguro el de muchas personas viajeras enamoradas de Italia. Visitamos durante 10 días la Costa Amalfitana y su capital, Nápoles.

Aunque hubo muy poco tiempo para prepararlo y además solo teníamos la opción de ir la peor semana del año (la del 15 de agosto, la más cara y de más afluencia de turismo en Europa) finalmente pudimos concretar un presupuesto y una ruta razonables.
Finalmente salió por unos 850€ por persona para 10 días y 9 noches. No está nada mal no?

El itinerario lo valoramos a partir de la información que pudimos extraer de diferentes blogs y sobre todo de la estupenda edición de Lonely Planet (en el nuevo formato) para esta zona.



La ruta partió de Nápoles donde nos alojamos en el centro histórico en el Hotel Toledo. Un bonito alojamiento de tres estrellas con una magnífica terraza donde desayunar.

Aunque estuvimos tres noches, mirándolo con perspectiva quizá el domingo por la tarde ya hubiéramos podido marcharnos, ya que Nápoles, si no se hace una salida cerca por ejemplo a las playas al oeste o a los Campi Flegrei con sus solfataras volcánicas, no tiene mayor interés. Con un par de días es suficiente para explorar la ciudad.

Os recomendamos, esos sí, daros un paseo por la tarde por el barrio de Vomero, al que se llega con alguno de los dos funiculares de la ciudad, el Funicolare Centrale que parte muy cerca del Quartieri Spagnoli donde estábamos alojados, o con el de Chiaia que parte unas calles más arriba del paseo marítimo del mismo nombre. Otro de los atractivos es callejear un día de mercado por el centro histórico, realmente auténtico italiano. Y comerse unos spaguetti a le vongole!!

Nuestra ruta continuó como no por la magnífica Costa Amalfitana a la que no  llegamos en autobús, aunque este fue nuestro transporte casi todo el viaje con la tarjeta Costiere T-3 que permite realizar múltiples viajes por Nápoles y la costa durante tres días.

La primera parada fue Sorrento a donde llegamos en tren, un tren de vagones antiguos que supongo algunos habréis oído hablar de él. Se trata del Circumvesiano, que antes de llegar pasa por Pompeya si queréis visitarlo el mismo día que viajáis. Nosotros lo dejamos para el día de partida desde Sorrento ya que aún está más cerca.

En Sorrento visitamos la pequeña población costera donde como en casi toda la zona se come de manera excelente, pero además pudimos apreciar sus pequeñas playas pegadas a los edificios de colores a bordo de un patín de pedales. Os recomendamos este divertido "transporte" para poder observar la Costa Amalfitana no solo aquí sinó en el resto de la ruta. Y recordad que es la cuna del Limoncello!!

Dormimos un par de noches en el Hotel Linda, que ofrecía habitaciones bastante cercanas a la estación  de tren y autobús lo que era ideal para nosotros. Al día siguiente otro de los destinos que a cualquiera le parecen mágicos: Capri.

Con un ferry que tarda una hora aproximadamente (20€) llegamos a Capri y enseguida tendremos que hacer cola para coger el primer microbús que nos suba hasta lo alto de la isla, en Anacapri, desde donde empezaremos nuestra caminata hasta bajar al puerto otra vez. Existen dos puertos Marina Piccola (a donde llegamos nosotros) y Marina Grande, desde donde zarpan la mayoría de ferrys.


Después de caminar una rato por Anacapri y siguiendo las indicaciones de los mapas cogemos otro microbus hasta el acantilado donde se encuentra la Grotta Azzurra, la maravilla turística no apta para claustrofóbicos o para quienes se marean en barca, pero impresionante para los demás.




Entrar en la Cueva cuesta unos 20€ por persona, ya que se espera que se de alguna propina al barquero al salir. Y la verdad es que después de meter tu barca por aquel orificio enano donde casi no pasa la luz cuando sube la marea, vale la pena. 

Es un auténtico espectáculo todo el proceso (puedes estar como 15 minutos en la barca fuera de la cueva esperando turno) y sobre todo el interior azul de la cueva por efecto refractario de la luz entrando por un agujero tan pequeño. Bellísimo!!


Por otra parte Capri es encantadora, muy abarrotada en algunas zonas y cara si pretendéis dormir allí. Nosotros lo descartamos y nos volvimos a Sorrento por la tarde.

Nuestra siguiente visita, antes de coger el autobús por la Costa Amalfitana más conocida, fueron las ruinas de Pompeya. Cogimos el Circumvesiano y en unos 20-30 min llegamos.

Aunque en verano y con temperaturas tan altas como había no era la mejor opción, pudimos visitar las ruinas con muy poca gente ya que era lunes y la afluencia a primera hora de la mañana no era tanta. Eso sí, llegar puntuales a la apertura del recinto porque a partir de las 11 no hay quien camine fuera de la sombra.

Como sabréis, existe mucha polémica en Italia sobre el mantenimiento de las ruinas de Pompeya. Realmente las ruinas suponen un gasto muy alto para las arcas estatales y de la región, hasta el punto que ha sido un nido de corrupción política y también, como no, se ha acusado a la mafia de chupar parte del dinero a través de constructoras que trabajan para el consorcio de las ruinas.



La situación de Pompeya está claramente degradada, ha habido muchos desperfectos y derrumbamientos (se pueden observar varias zonas señaladas o en reconstrucción) en los últimos años e incluso la UNESCO ha amenazado con sacar a Pompeya de la lista de Patrimonio de la Humanidad, y retirar sus fondos, si no se conservaba en condiciones.

Es increíble la sensación de caminar por toda una ciudad antigua y con tal grado de conservación a causa de la lava que la tapó, que a la vez nos la ha dejado casi como era entonces. Es casi imposible visitar otras ruinas en el mundo de estas características, y eso que solo se había excavado una parte!!

Y qué decir de la impresión tan fuerte que te llevas al observar cadáveres reales de personas que murieron tras la erupción del volcán en el año 79 después de Cristo!!

La entrada cuesta unos 15€ con audioguía, que es imprescindible para entender las ruinas y su función dentro de la ciudad.




Y el bus nos llevó a Positano...



El camino a Positano por la carretera de la costa es un viaje que vale la pena de por si, si no fuera porque al llegar a Positano se te ilumina el ánimo.

La Línea de autobús va desde Sorrento a Salerno, donde está la estación de tren de la línea principal a Nápoles por el interior, y hacia el sur para llegar a Caserta por ejemplo.

En Positano dormimos en la Pensione Maria Luisa que aunque costaba 70 € la noche tenía una terraza al mar tal y como se ve en las fotos.

Además, disponía de nevera y algunos utensilios para preparar los desayunos o las cenas como hicimos nosotros para disfrutar del espéctaculo de la noche del 15 de agosto.



Todos los barcos y lanchas salen a la mar con un estandarte y una luz, y se lanzan fuegos artificiales que iluminan toda la bahía.


Siguiendo unas escaleras podíamos bajar a la playa de Foccia en 5 min. En la propia playa hay un restaurante y cafetería muy bien de precio, y en la carretera que baja hacia el centro (por donde hay que ir esquivando a los coches y motos que suben y bajan) se puede cenar en el restaurante Sarraceno d'Oro. Sí, sí en la propia carretera.

Después de estar un par de noches en Positano seguimos la ruta con los autobuses gracias a la tarjeta Costiere-T3 (otra claro, porque sólo es para tres días) y después de pasar por Praiano, donde podéis parar si os apetece, por Furore y Conca dei Marini, llegamos a Amalfi.


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